Por Gustavo Hernández Martínez
Stephen M. Kissler, Christian Tedijano y otros científicos de la Escuela de Salud Pública de Harvard publicaron recientemente una proyección sobre la dinámica de transmisión del virus SARS-CoV-2 durante el periodo pospandémico. Dicho estudio aborda las posibilidades sobre el comportamiento de los contagios en los meses siguientes, escenarios que estan en función de las políticas públicas asociadas a la pandemia que se implementen en cada país.
Esta información resulta relevante al día de hoy en México, donde se cuentan casi setenta mil defunciones a causa de la pandemia y la dinámica del gobierno central en torno a ello ha sido deficiente. Según la perspectiva de algunos sectores, esta realidad tiene matices apocalípticos. En todo caso, la incertidumbre y los impedimentos para quedarse en casa de muchos mexicanos, debe orientarnos a reflexiones sobre este momento complejo.
El extenso porcentaje de la población que no tiene la opción del confinamiento queda expuesto al inmenso mar de posibilidades de contagio en mayor medida que quienes permanecen en casa; en tanto que quienes permanecen en el resguardo se exponen al espiral de información que como fórmula se repite en todos los medios. El miedo y la incertidumbre han hecho de las noticias un lugar común que ya es viral.
Ante el confinamiento, queda hoy la posibilidad de confrontarnos a preguntas de carácter trascendente acerca de lo que somos como personas y como comunidad humana; queda el pensar en lo que la vorágine de los acelerados días nos arrebató; el silencio de la vida interior que nos han arrancado las luces posmodernas y los deliciosos colores de las redes.
Cuando esto acabe, la normalidad desgastada y las derrumbadas constelaciones de la sociedad serán edificios que aguardan un nuevo comienzo –imagen de la posguerra–. Quien despierte luego de este éxodo, tendrá la posibilidad de participar en la reconfiguración de la realidad, quizá desde una nueva perspectiva, quizá desde la misma histeria con que nos acostamos ayer. Lo segundo implicará un renovado aviso del caos, lo primero, tal vez una posibilidad para ver el mundo desde otra perspectiva, valorar la vida, lo divino, el sentido de la existencia, el oxígeno y el exquisito aroma de la convivencia humana y sus infinitas posibilidades.
¡Preparémonos para el mañana!
Perspectivas
Hace algunos meses, el Gobernador de Tamaulipas informó, mediante un mensaje en redes sociales, las acciones que desde entonces se estaban realizando en el estado como medida de preparación ante la contingencia, dicho mensaje concluyó con una inspiradora frase que me permito citar porque alude a la grandeza de nuestra sociedad: "Nada podrá vencer jamás a un Tamaulipeco en pie de lucha, que Dios bendiga a esta tierra y a toda su gente". Sigamos en pie de lucha.